Las fracturas son las lesiones más perturbadoras. El dolor que genera un hueso roto no se puede describir con palabras y, además, es muy difícil saber si el tejido óseo se ha curado correctamente.
Por lo general, los ortopedistas inmovilizan la fractura y esperan que sane en un par de meses. Si esto no ocurre, entonces diagnostican una “falla en la cicatrización” que debe corregirse con cirugía.
En definitiva, hoy en día, sufrir una fractura es lo peor que te puede pasar. Sin embargo, eso podría cambiar gracias a un dispositivo biomecánico diseñado por la Universidad Estatal de Colorado. Algunos se refieren a él “el santo grial de la ortopedia”, ya que detecta lo que ocurre dentro de la fractura: qué tan bien se mineraliza y endurece el tejido óseo.
De camino a un mejor tratamiento para las fracturas
El investigador Christian Puttlitz y sus colegas desarrollaron este dispositivo para un estudio con 16 pacientes que tenían una fractura de tibia o espinilla.
A simple vista puede parecer una caja de metal, pero es mucho más complejo en el interior. El dispositivo consta de un sensor de radio que mide la rigidez de la fractura, y un mecanismo que aplica una presión suave e indolora en el lugar afectado.
El sensor envía constantemente información sobre la lesión. ¿Hubo un endurecimiento en el tejido óseo? ¿Las dos partes se unieron correctamente? El chip del sensor determina todo esto y se lo transmite al ortopedista por medio de un dispositivo electrónico.
Por otro lado, el mecanismo alrededor de la fractura ayuda a mantener el hueso roto en una posición adecuada para su cicatrización.
Los pacientes que usaron este dispositivo biomecánico obtuvieron un diagnóstico positivo a partir de las seis semanas de uso. Eso es mucho antes de la marca de seis meses que los pacientes con fracturas suelen esperar para saber si se han curado. Por lo tanto, el dispositivo claramente tiene el potencial de mejorar el manejo y el riesgo de fracturas.
¿Qué sabemos sobre este dispositivo biomecánico?
Aunque el dispositivo existe, aún no está disponible en hospitales o clínicas especializadas. Principalmente porque los investigadores creen que todavía se podría mejorar su diseño.
La razón por la que crearon este mecanismo en primer lugar fue para que los médicos pudieran identificar y corregir las fracturas sin unión más rápido. Básicamente, unos cuatro o cinco meses antes de lo habitual de manera que los pacientes no tengan que sufrir una cirugía dolorosa.
Sin embargo, patentar un dispositivo de ese tamaño es todo un desafío. Es por eso que Christian Puttlitz y sus colegas están buscando socios para continuar probando su creación.
“Hay mucho más trabajo por hacer. El siguiente paso será un estudio observacional más grande seguido de un ensayo clínico utilizando la rigidez a la flexión. Necesitamos comprobar la viabilidad del dispositivo, no solo su potencial de curación”.
Christian Puttlitz
Si todo sale de acuerdo a lo planeado, puede que en 2025 exista una versión comercial de este dispositivo biomecánico para detectar fracturas y mejorar su cicatrización.
Pero, aunque esto no ocurra, es un hecho que su idea inspirará otros productos similares. Quizás un yeso inteligente o un dispositivo ultrasónico para observar el tejido óseo. Así que puede que este hallazgo sí sea el santo grial para la ortopedia.
Fuente: Agencia ID.
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