Tras una búsqueda profunda para generar anticuerpos capaces de neutralizar el virus del SARS-CoV-2 o también conocido como «coronavirus», investigadores del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), encontraron una solución a ese problema para evitar que las proteínas spike cumplan la función de permitir a la membrana viral fusionarse con la membrana de la célula del huésped.
El procedimiento consistió en que el grupo de trabajo seleccionó sujetos infectados anteriormente con el virus, pero que ya cuentan con altos niveles de anticuerpos. Se les tomó una muestra de sangre, con la intención de aislar los linfocitos B, que producen los anticuerpos.
Una vez que se obtuvieron esas células, se analizó cada linfocito B para identificar la secuencia de los anticuerpos que producen, detallaron, para lo que se utilizó la secuenciación del RNA (Single-Cell RNAseq por sus siglas en inglés) de células individuales y saber la línea de cada leucocito de los anteriormente enfermos y ver su nivel de anticuerpos.
A partir de ese paso se utilizaron herramientas bioinformáticas para seleccionar aquellos que tuvieran el potencial de reconocer y neutralizar el SARS-CoV-2. Después se hizo la producción de los anticuerpos y se evaluó si eran capaces de reconocer una proteína importante del SARS-CoV-2, el RBD, que es considerada de suma relevancia, al ser la responsable de reconocer el receptor blanco (el ACE2) en las células que el virus infecta.
A raíz de este análisis se identificó los primeros anticuerpos candidatos, que tuvieron una alta capacidad de reconocimiento o afinidad, lo cual era complicado establecer durante la pandemia porque el virus tuvo distintas mutaciones hasta la última nombrada Omicrón.
Señalan que ciertos anticuerpos comerciales fueron desechados como terapia por haber perdido capacidad de reconocer y neutralizar el SARS-CoV-2.
Afortunadamente se logró identificar un anticuerpo muy potente al que se llamó 19n01. Este anticuerpo es capaz de reconocer y neutralizar todas las variantes de preocupación (alfa, beta, gama, delta) y en el caso de la variante ómicron reconoce y neutraliza las subvariantes BA.1, BA.2 y BA.4/5.
Los estudios realizados para conocer todas estas características incluyen pruebas de ELISA utilizando RBDs específicos de cada una de las variantes antes descritas; además, se incluyó un análisis con pseudovirus que expresa la proteína S de las variantes del SARS-CoV-2 más representativas y un análisis con los virus “vivos” de las subvariantes BA.1, BA.2 y BA.4/5.
Esta actividad se realizó con la colaboración especial de los profesores Qiang Pan-Hammrström y Harold Marcotte, del Karolinska Institutet que se ubica en Estocolmo, Suecia, además del académico Luca Varani, del Institute for Research in Biomedicine, que se encuentra en Bellinzona, Suiza.
Este estudio representa un avance significativo en el conocimiento de los anticuerpos encargados de neutralizar el virus SARS-CoV-2 y abre las puertas para futuros estudios encaminados a desarrollar terapias basadas en anticuerpos.
Fuente: Agencia ID.
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