Una alternativa frente al uso de plásticos y las problemáticas ambientales que ocasionan son los bioplásticos, con la ventaja de que se fabrican a partir de recursos renovables, son biodegradables y compostables. En la actualidad, uno de sus principales inconvenientes es que producir un bioplástico es seis veces más caro que el plástico que más se usa que es el PET.
Desde el Instituto de Biotecnología, ubicado en el campus Morelos de la UNAM, se han creado distintas empresas que impulsan la innovación tecnológica, una de ellas es Bioplastix enfocada en la producción de bioplásticos mediante microorganismos modificados genéticamente.
Esta empresa de base tecnológica creada por el doctor Gilberto Pérez Morales, el doctor Eliseo Molina y la ingeniera Karina Campos, y cuyo asesor científico es el doctor Alfredo Martínez Jiménez del IBt, trabaja en tres áreas de oportunidad en bioplásticos: bajar costos, mejorar su biodegradabilidad y optimizar sus propiedades mecánicas.
Microorganismos modificados
Dos de los bioplásticos que se usan en la actualidad son el ácido poliláctico (PLA) y el polihidroxibutirato (PHB). El primero es el más utilizado, pero presenta distintos problemas como su alto costo de producción, que sólo se produce por vía química y que debe someterse a condiciones de compostaje industrial para ser biodegradable.
Desde hace 20 años en el laboratorio del doctor Alfredo Martínez Jiménez, del IBt, se trabaja en la edición genética de la bacteria E. coli, la cual han modificado para que produzca eficientemente ácido láctico, del que se obtiene el PLA.
La innovación que han propuesto en Bioplastix consiste en que a estas cepas de E. coli modificadas genéticamente y a cepas de PHB les incorporaron dos enzimas que aceleraron su reacción química dentro de la célula.
Encontraron que no sólo producen ácido láctico, también son capaces de polimeralizarlo, generan cadenas de polímeros más largas que le otorgaron mejores propiedades termoplásticas y mecánicas a los bioplásticos y combinarlo con compuestos como el PHB, lo cual ayudó a darle mayor biodegradabilidad al material.
Los investigadores lograron esta combinación en un solo paso y por vía biológica, es decir, los microorganismos realizaron todo este trabajo dentro de la misma célula, lo cual podría reducir el costo de producción de los bioplásticos. Además, con esta innovación esperan lograr en ellos propiedades específicas que les permitan usarse como envases de un solo uso, dispostivos médicos o películas biodegradables.
Bioplastix es una muestra del trabajo multidisciplinario, la innovación tecnológica y la cultura del emprendimiento, que se han impulsado a lo largo de 15 años desde
el campus Morelos, de donde han surgido más de 20 empresas de base tecnológica creadas por académicos y exalumnos universitarios.
Fuente: Agencia ID.
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